Existen numerosas especies de Rudbechia, nativas de Norteamérica y todas perennes, al menos cuando las condiciones ambientales son favorables. Algunos de ellos se han vuelto muy populares en nuestras regiones y, por lo tanto, pueden cultivarse como plantas perennes; por ejemplo, la Rudbechia nitida y la laciniata forman grandes mechones erectos e incluso de más de 2 metros de altura que dan lugar a elegantes capullos de flores amarillas en el ápice. Otras especies se cultivan en cambio como anuales y entre estas es muy vistosa la Rudbechia hirta, que forma grandes matas de hasta 1 metro de altura; las capullos son muy grandes y de color amarillo intenso con un disco central marrón oscuro.
FLORACIÓN: Ocurre de junio a octubre.
LUZ: Planta que debe colocarse a pleno sol, o en un lugar ligeramente sombreado.
AGUA: Necesita un riego regular, es recomendable dejar secar completamente el suelo entre un riego y otro.
TEMPERATURA: Son plantas muy resistentes, ni siquiera temen el calor del verano y toleran bien la contaminación ambiental.
ABONO: Aplicar únicamente durante el período vegetativo, cada 10-15 días, con un abono para plantas con flores diluido con el agua de riego.
CONSEJO: Las especies perennes son muy rústicas y se adaptan a cualquier tipo de suelo siempre que el lugar sea soleado. Las especies anuales que en un clima templado pueden ser igualmente perennes se cultivan con extrema facilidad como las zinnias o las caléndulas. La multiplicación se realiza por semilla, al final del invierno en un semillero o al comienzo de la primavera directamente en casa. También se puede propagar por división de los mechones en octubre y marzo. Para favorecer una floración abundante, retire las flores marchitas.
CURIOSIDAD: una planta particular por sus flores muy duraderas y espectaculares. Es muy utilizado para adornar macizos de flores, bordes, manchas y flores cortadas. Los tallos florales de Rudbechia recolectados en verano durarán mucho tiempo en el agua.