Los Pittospori (como se les llama más comúnmente), son plantas perennes, semi-rústicas, de hábito arbustivo y arbóreo, muy extendidas por el follaje ornamental y las flores primaverales de intenso aroma. Las hojas son coriáceas, ovaladas o lanceoladas, alternas, brillantes, con un color verde oscuro en el lado superior que se aclara en el inferior con vetas más o menos evidentes según la variedad. Las flores, de color blanco cremoso o violeta, se agrupan en corimbos axilares o terminales, pero en ocasiones también pueden ser solitarias.
FLORACIÓN: Las flores pueden ser de varios colores, dependiendo de la especie y variedad. La floración comienza a fines de la primavera y dura varias semanas.
LUZ: Le gustan las posiciones muy soleadas, pero al abrigo de los vientos.
AGUA: Requiere riego normal, más frecuente en el momento de la siembra y en caso de tendencia estacional de sequía. Evita el estancamiento del agua.
TEMPERATURA: Prefiere los climas templados cálidos.
FERTILIZANTE: Fertilizar solo en caso de retraso en el desarrollo, con un fertilizante multiusos en primavera y verano.
CONSEJO: Prefiere suelos bastante arcillosos-arenosos ricos en sustancia y bien drenados. Se multiplica por semilla o por esqueje. En el primer caso, la siembra se realiza en abril-mayo, después de que las semillas hayan sido separadas por la sustancia pegajosa que las recubre dentro del fruto; en el segundo, en cambio, las partes se extraen de la planta madre en primavera y luego de su enraizamiento se puede proceder al trasplante.
CURIOSIDAD: Planta originaria de Japón, China, Nueva Zelanda y Australia, de la que proceden la mayoría de las especies, que son unas 150. De algunas variedades de Pittosporo se obtiene una resina para producir chicles. Además, de la resina se obtiene un aceite capilar y un enjuague bucal para tratar la halitosis.
