Tienen forma globular o columnar, con costillas muy protuberantes y areolas no densas, de las que emergen robustas espinas. Su característica es el cefálico que se forma en el ápice de la planta cuando alcanza la madurez y comienza a florecer: se asemeja a un tocado, formado por tubérculos pequeños y densos, cubiertos de espinas y pelos entre los que brotan pequeñas flores rojas, que producen frutos rojos puros.
FLORACIÓN: Tiene lugar desde finales de mayo hasta agosto-septiembre.
LUZ: Necesitan luz solar directa (o 12-16 horas diarias de luz artificial intensa).
AGUA: Requieren poco riego, especialmente en invierno.
TEMPERATURA: No soportan el frío: la temperatura debe mantenerse constante entre 18 ° C y 30 ° C.
ABONO: Las plantas aún sin cefálico deben abonarse una vez al año, en primavera; los que tienen cefálica deben ser alimentados cada dos meses en la temporada de verano.
CONSEJO: El sustrato debe estar compuesto por una mezcla de tierra de hojas y arena a partes iguales. La mayoría de las especies deben trasplantarse anualmente, en primavera. La multiplicación ocurre por semilla.
CURIOSIDAD: Plantas que provienen de América del Sur tropical. Es poco probable que los Melocactus importados se establezcan y sobrevivan. Sin embargo, la reproducción de estas plantas es rápida y sencilla.
