Las diferentes especies se agrupan bajo el nombre de Anice, pero no tienen relación botánica entre ellas. Solo hay una característica que los une y es, el aroma de sus frutos que es idéntico. Es una planta anual, de tallo redondeado y raíz fusiforme; puede alcanzar un metro de altura. El tallo es ramificado, tiene pocas hojas alternas. Las flores del anís son pequeñas, blancas y dispuestas en una inflorescencia de paraguas. Su fruto es un aquenio.
FLORACIÓN: La floración ocurre en pleno verano.
LUZ: Prefiere exposiciones soleadas.
AGUA: El riego debe ser regular pero no excesivo. Evita el estancamiento del agua.
CONSEJO: Utilice una tierra ligera y finamente trabajada. Se reproduce sembrando en primavera en invernadero o semillero. Tardan aproximadamente un mes en germinar, después del cual las plántulas crecen rápidamente. La fruta se utiliza para el anís, que se cosecha en agosto, aproximadamente un mes después de la floración. Los paraguas se recogen cuando aún no están completamente secos y comienzan a tomar un color oscuro. Las plantas recolectadas se secan a la sombra, en racimos o capas delgadas sobre marcos. Se baten sobre un paño y se tamizan para separar los frutos del resto de la planta.
CURIOSIDAD: Esta planta es originaria de las regiones mediterráneas. Es muy utilizado en la cocina para componer dulces, panes aromáticos, licores, caramelos, etc. Muy eficaz también por sus propiedades terapéuticas: estomacal, espasmolítico, balsámico. Es útil en caso de asma, tos nerviosa, cólicos de los bebés.
